Abogado adicto a las croquetas abandona una vida cómoda y fácil en la empresa familiar y acaba embadurnado de aceite por montar
Un bar en Calpe junto a la playa en el que vende pescaíto frito acompañado de unas croquetas de escándalo y la cerveza más fría del pueblo
En mi bar, durante las conversaciones con mis clientes, hay un patrón que siempre se repite:
A todos nos gusta lo mismo.
Especialmente cuando vamos a una quedada con la familia o con colegas. Necesitamos unos criterios mínimos para saber si volveríamos a ese sitio.
Para que entiendas un poco mejor a qué me refiero, te contaré esta historia:
En una entrevista, a Jeff Bezos, el fundador de Amazon, le preguntaron:
–Tú casi puedes ver el futuro, ¿cuál es la próxima tendencia?
A lo que Jeff Bezos contestó:
–¿Tendencia? Ni idea. Lo que sí sé es lo que seguirá queriendo la gente dentro de 10 años.
No es que a todos nos gusten los boquerones o las croquetas de rabo de toro como norma, sino que clientes y dueño coincidimos en que los buenos bares son buenos bares por unos criterios claros.
Antes de que te diga cuáles son esos criterios y me quieras mucho o me mandes a tomar por saco…
Te contaré algo:
En una noche fría de febrero, más fría que el corazón de mi ex, coincidieron en Mequetrefe dos personas.
Ambas venían solas y se sentaron en mesas separadas, pero muy cerca el uno del otro.
La chica pidió un vino y el hombre un tercio de cerveza.
Esa noche, mi hermana era la que estaba trabajando y les puso una tapa muy sencilla, pero exquisita:
Un tomate partío con sal gorda y aceite de oliva virgen extra.
Los dos clientes se miraron, y comentaron entre ellos:
–Por fin un bar donde no me ponen cacahuetes ni olivas.
Cuando monté el bar, no podía creer que en la mayoría de bares de la zona sólo se sirvieran cacahuetes, kikos sabor barbacoa y olivas.
A ver, que está bien y es lo más fácil, pero…
Eso, que es lo más fácil.
Así que yo, al ser nuevo en esto, no me puedo permitir ni hacer cosas fáciles, ni hacer lo mismo que los demás, por eso…
Siempre tendrás una tapa decente acompañando a tu cerveza
Ni cacahuetes como si fueras un elefante ni olivas como si no tuvieras botes y botes llenos de olivas en tu casa.
¿Por qué ibas a ir a un bar si es para tomar lo mismo que podrías tomar en casa?
Contéstame tú, pero yo creo que no irías.
Pero no me quiero detener sólo en las tapas…
Un cliente, después de haber venido ya una vez a comer, volvió con un amigo y pidió dos cañas:
–Tío, tienes la cerveza más fría del pueblo, y no es coña.
Eso significa que en algún sitio ponen la cerveza caliente, o tibia, y eso podría parecerse más a meado de gato.
Así que tampoco puedo permitirme no tener la cerveza más fría de la zona, que la vida es demasiado corta como para beber cerveza caliente.
Resueltas ya las papeletas de las tapas y de la cerveza…
Sólo hay una cosa más a la que podrías ponerme una pega:
El humo y el olor
En una freiduría tradicional, huele a fritanga que alimenta. Y no sólo el local, sino toda tu ropa, tu pelo y hasta las uñas de los pies.
El olor a fritanga dura te cala los huesos y en cuanto llegas a casa tienes que tirar la ropa a lavar, porque la humareda que desprenden las freidoras tradicionales son horrorosas.
Pues aquí, en Mequetrefe, igual, ¿no?
Tranqui, que ya nos hemos preocupado nosotros de que eso no pase.
Nuestras freidoras no tiran humos ni olores.
Tienen un sistema de condensación del humo y de los olores que funciona con un bidón. Ese bidón se va llenando y hay que vaciarlo varias veces a la semana, y es lo que hace que no huelas a fritanga cuando vuelvas a tu casa.
De hecho, este bar huele más a tienda de barrio a un bar.
No tenemos salida de humos, pero es que no nos hace falta: no tiramos humo.
Así mis vecinos están más contentos, tú gastas menos en detergente y en luz de la lavadora y te ahorras lo que cuesta la tintorería.
Y tu mujer no te echa la bronca y te pilla por haber estado en el bar.
¿Recuerdas la respuesta de Jeff Bezos del principio?
Pues a Jeff Bezos, si le preguntan cuáles serán los bares que lo petarán dentro de 10 años, contestará que las lucecitas, la decoración, el show y todas esas moderneces están muy bien, pero aquellos bares a los que seguirán yendo con tus nietos son los que:
–Tienen buenas tapas.
–Sirven cerveza muy fría.
–Mantienes tu buen olor corporal intacto.
Y eso es lo que a ti te seguirá gustando de Mequetrefe dentro de 10 años, y dentro de 40.
Aunque no vivas aquí, lo seguirás añorando. Y siempre tendrás un motivo para volver a Calpe.
Además de tener buenas tapas, cerveza ultra fría y una atmósfera agradable y sin chamusquina, hay otra cosa que no te he contado, y es que Mequetrefe es…
El único bar en Calpe cuyas croquetas son tan buenas como sus emails
Mentira. La cosa no va de emails.
Te cuento:
Aquí tratamos bien a todos los clientes, pero hay unos que siempre tienen un trato especial, y esos son los miembros del Club Mequetrefe.
Este selecto Club tiene muchas ventajas y ningún inconveniente aunque parezca coña.
Los que están dentro, disfrutan de:
–Información confidencial del negocio, como nuevos platos, cambios y actualizaciones de la carta y, en definitiva, están al tanto de cómo va evolucionando Mequetrefe como empresa.
–Tienen voz para eliminar o incorporar sabores nuevos de croquetas. Voto no, eso sólo lo tengo yo, que para eso soy el dueño, jajajajajaja.
–Ventajas exclusivas y precios especiales de lanzamiento cuando se estrena algún producto en la carta. Aquí nunca bajamos precios, en todo caso, los subimos, y un producto nunca estará tan barato como cuando lo estrenamos en la carta. Luego nunca vuelve a bajar.
–Pre-cata de productos de la carta antes que nadie. De forma anticipada.
–Entradas anticipadas para la cata de nuevas croquetas, cervezas exclusivas y otras movidas.
–Antes de sacar una oferta de trabajo al típico portal de empleo, en Mequetrefe ofrecemos curro a los miembros del Club, porque ya conectan con la marca y con la cultura de la empresa.
–No es el típico Club donde te ofrecen porcentajes de descuento demenciales ni ofertas de última ni hora ni esas cosas de mañacos. Aquí se hacen las cosas bien y de forma seria. Ventajas sí, insultar a la inteligencia de los clientes, eso ya no va con Mequetrefe.
La Virgen, cuántos beneficios.
–Vale, Beni, ¿y cuánto vale todo esto? ¿Cuánto vale estar en el Club Mequetrefe?
Pues valer, vale mucho. Costar, no cuesta nada.
De hecho, para entrar en el Club sólo pediré que me dejes un email que abras con frecuencia y que no sea el típico email de spam que nunca revisas para mantenerte al tanto de todos los beneficios que te acabo de contar, porque por señas de humo no podré hacértelo saber.
El sitio para dejar tu email es en el formulario de aquí abajo:
Preguntas frecuentes
¿La freidora es de aire?
No, la freidora es de aceite, como una freidora normal, sólo que la cuba donde se almacena el aceite y se fríe el producto está oculta. Pero estar, está. La fritura en una freidora de aire es un engendro del mal. Pruébalo y me cuentas.
¿Las croquetas las haces tú?
Si hiciera yo las croquetas, no haría otra cosa, y uno tiene que comer, ir al gimnasio, ver a la novia y a sus padres y, en definitiva, tener vida social. ¿Has probado a hacer croquetas en casa? Prueba eso también y me cuentas el pateo.
No te preocupes, he seleccionado a conciencia las casas de croquetas que las elaboran de forma casera y me las proporcionan a un gran precio para que puedas probarlas todas. Soy muy exigente con la calidad de las croquetas y de todos nuestros productos en general, y eso se nota cuando vienes a probarlas.
Estas croquetas son las que yo he probado y consumido incluso antes de montar el negocio. Y las sigo consumiendo.
Casi que me vi obligado a comercializarlas en el pueblo, para que las probara todo el mundo.
¿No hay salida de humos?
No tiramos humos, así que no hay salida de humos. Créeme, de aquí no saldrás oliendo a fritanga ni teniendo que tirar la ropa a lavar nada más llegar a casa. Palabrita.
¿Es gratis apuntarse al Club Mequetrefe?
Gratis en esta vida no hay nada, pero sólo tendrás que dejar tu email en el formulario que te dejo más abajo.
