Te resuelvo una pregunta que quizá te estás haciendo:

¿Es este un buen restaurante para comer en Calpe?

Y ahora, te respondo:

Hay una cosa 100% segura, y es que en cualquier restaurante profesional vas a comer de maravilla.

Que ese sitio te guste más o menos, ya es otra cosa, pero que vas a comer de puta madre, te lo garantizo.

Pero en Mequetrefe la comida es secundaria.

Me explico:

Lo he apellidado flipados del aceite hirviendo, que igual te suena raro. Sé que cualquiera le habría puesto freiduría, pero suena aburrido de cojones.

Flipados del aceite hirviendo está mejor. Así se va a quedar.

En Mequetrefe lo importante es el Verano.

¿Qué es el verano?

El verano es un estado mental.

No hay horarios. No hay obligaciones.

Estás moreno (lo que aumenta tu sex appeal en un 150%). Los depósitos de Vitamina D van a reventar y tu sistema inmunitario lo agradece.

Vas a la playa y te enamoras de una chica guapa que ve TikTok. Sabes que nunca más la volverás a ver. El disgusto no te dura ni 24 horas porque al día siguiente te vuelves a enamorar. De otra.

La siesta de 4 horas en gayumbos. El aperitivo antes de subir a comer. El tinto de verano. La cerveza en jarra congelada. «Ponme unas croquetas para llevar, ya verás qué alegría doy en mi casa».

El plan de playa, ducha y arreglarse para salir.

En verano todo el mundo es guapo. Los vestidos de verano de estampados balineses lo hacen posible. Las camisas de lino con 7 botones desabrochados, también.

Que a las 22:30 sea de día todavía y a las 6:00 uno vea amanecer borracho desde la terraza de la discoteca antes de pedir el kebab que le hará resucitar al día siguiente.

Una pena que tus tíos vendieran el piso de la playa de tus abuelos por no ponerse de acuerdo con la herencia.

En verano te dan igual las calorías. Ya reanudarás la suscripción del gym en septiembre.

Creces, acabas la universidad y empiezas el mundo serio. Naciste para explotar y conquistar el Nuevo Mundo, pero acabaste en una silla ergonómica de oficina en un curro que detestas por 1.200€ al mes. Y parece que en tu vida siempre es enero. Todo cuesta arriba.

En verano no.

Aquí no importa si nos conocimos de pequeños y ahora ya no nos saludamos.

O si me gustabas y yo te gustaba pero no nos lo dijimos por miedo al éxito.

Aquí eso no importa. Aquí siempre es verano.

¡Está muy bien tu rollito pero yo quiero comer!

Ah, la comida. Me se olvidaba. Lo secundario.

No tengo premios ni gano concursos. Lógico, no me presento a ninguno.

Aquí hago unas croquetas que, a mi parecer, están cojonudas.

Pescaíto frito que está bien tratado, bien cocinado y bien servido, a un nivel de calidad-precio también cojonudo.

No es barato, porque el pescado no lo es, y esto tampoco es una multinacional americana, así que el precio es el correcto para que tú y yo estemos satisfechos.

Si algo te parece caro, no soy yo, eres tú. Y, si estás de vacaciones, disfruta, coño, que para eso las coges.

¿Una sociedad paralela?

Al año de montar el negocio, abrí una sociedad.

No una SL de esas que tienes que abrir en el notario, no.

Una sociedad secreta privada: la Mequetrefe Society.

Secreta ya no es porque te lo he dicho, pero sí es privada.

La gente que está dentro recibe un mejor trato que la que no lo está.

¿A qué me refiero?

Los miembros de la Mequetref Society reciben información que la plebe no recibe.

¿Qué tipo de información? ¿Descuentos? ¿Tráfico de órganos a buen precio? ¿Dónde y cuándo se hospeda David Bisbal en Calpe?

Las dos últimas es posible.

Lo que no es posible son los descuentos. Aquí no existe eso.

Eso se lo dejo a las grandes cadenas, a los Black Fraidei y a los de la zona azul cuando te coaccionan para que pagues una multa rapidito.

Mi margen de beneficio es de un 30% y si te hiciera un descuento, sabes dónde acabaría, ¿no?

Viviendo debajo de un puente. Y no tengo nada en contra de los puentes, pero en mi casa estoy muy bien.

Así que ya sabes.

Bienvenido a la Mequetrefe Society. Te apuntas aquí abajo:

Y si pasas del tema y lo que quieres es reservar mesa, puedes hacerlo aquí: